Aragón - Provincia de Huesca
San Pedro
(Fraga, Bajo Cinca)
41º 31,336'N ; 0º 20,919'E
Iglesia de orígenes románicos, pero que ha sufrido numerosas modificaciones a
lo largo de los siglos.
De
hecho, las últimas modificaciones se han llevado a cabo últimamente, cuando
durante la restauración del edificio se sustituyeron la mayoría de sillares
del ábside y de la torre campanario.
Es
un "curioso" sistema de restauración que se extiende por todo Aragón y que
dota a los edificios centenarios de una extraña "modernidad".
No
creo que sea necesario reponer todos los sillares de una forma tan
discriminada, que resta encanto a los edificios antiguos.
Tras la reconquista de la ciudad de Fraga por Ramon Berenguer en 1141, el
espacio que ocupaba la mezquita mayor fue utilizado para construir el nuevo
templo cristiano, datado a finales del siglo XII o principios del XIII.
Está formado por una sola nave rectangular, orientada canónicamente hacia el
este donde encontramos un gran ábside semicircular por la parte exterior y
poligonal en el interior.
Destaca la sobriedad de sus formas, que no se corresponde con la grandiosidad
de sus dimensiones.
En
la parte central del tambor absidal se abre una gran ventana de medio punto,
decorada con una arquivolta apoyada en columnas.
En
el siglo XVI se produjeron las primeras reformas.
Se
alargó la nave hacia poniente, añadiendo un coro elevado.
Para poder hacer esta ampliación se derribó el antiguo claustro medieval.
También se repuso la cubierta del templo, construyendo la actual bóveda
estrellada, característica del tardogótico aragonés.
Rodean la nave seis capillas laterales, añadidas a lo largo de los siglos y
modificadas en el siglo XVIII.
Pero sin duda, el elemento más interesante es su portada del muro sur.
Está formada por dos arcos de medio punto en gradación, que se apoyan en dos
frisos a modo de capiteles, bellamente decorados.
Podemos identificar la mayoría de las escenas gracias a pequeños carteles
esculpidos que nos informan de cuáles son los protagonistas.
Desafortunadamente algunos de ellos se han erosionado.
Comenzamos nuestro recorrido por el lado izquierdo.
La
primera imagen representa a un hombre barbado sentado que dos ángeles le
presentan unos niños.
El
del lado izquierdo ha perdido la cabeza.
Se
cree que representa el Sinus de Abraham, es decir los Limbo de los Patriarcas,
aquel lugar donde están las almas de la "buena gente" antes de la
resurrección de Jesucristo.
También vemos dos de las tentaciones de Cristo. En la primera Jesús tiene
delante suyo a un demonio con cuernos, mientras que en la segunda se le
aparece una especie de dragón alado. Entre las dos escenas hay un personaje
que sostiene un libro cerrado.
Ya
en el lado derecho de la portada vemos al arcángel San Gabriel luchando con un
dragón con dos cabezas, una de las cuales está en la cola y con la que muerde
el ala del arcángel.
En
la siguiente escena es San Miguel, protegido por un escudo con una cruz, el
que lucha con un dragón, que tiene una posición contorsionista para adaptarse
al espacio.
La
escena más exterior está reservada a San Juan, Jesús y un demonio que lo está
tentando.
Adosada al templo encontramos la casa parroquial, que también tiene una puerta
medieval, aunque muy erosionada.
Está formada por un doble arco, ligeramente apuntado y protegido por un
guardapolvo.
Como la puerta de la iglesia, no tiene columnas ni capiteles y la decoración
se limita a los montantes.
Son
de tipo vegetal, pero están muy erosionados.
También es interesante la gran torre campanario, muy modificada a lo largo de
los siglos y acumulando diversos estilos arquitectónicos.
Es
una torre de planta cuadrada con seis niveles de altura, separados por
impostas.
El
piso inferior es de factura románica.
En
su muro sur se abre una ventana de medio punto, hecha con grandes dovelas y
protegida por un sencillo guardapolvo
Los tres siguientes pisos son góticos.
En
la segunda planta se abre una ventana geminada de perfil apuntado en los muros
este, oeste y sur.
Ya
en el tercer piso se abre una pequeña ventana apuntada.
En
el último piso de este tramo se abren dos grandes ventanas apuntadas en cada
uno de los lados.
En
quinto piso está hecho con una piedra de diferente tonalidad y responde al
estilo renacentista.
En
cada uno de sus muros se abren dos ventanas geminadas, de características
similares a las del segundo piso, pero mucho más refinadas.
Corona la torre una capirote mudéjar.
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